Este martes, River debutará en el Mundial de Clubes frente a Urawa Red Diamonds, y lo hará en el imponente Lumen Field, ubicado en la ciudad de Seattle, Estados Unidos. Un estadio moderno y vibrante, ideal para que El Más Grande empiece a escribir una nueva página en su historia internacional.
El Lumen Field fue inaugurado en 2002, levantado sobre el terreno donde antes se erigía el mítico Kingdome. Tiene capacidad para 68.740 personas, aunque puede ampliarse hasta los 72.000 espectadores en eventos especiales. Durante los partidos de la MLS suele reducirse a 37.722, para mantener una atmósfera más compacta y explosiva. Pero cuando la ocasión lo amerita, saca a relucir todo su poderío.
El estadio es la casa de tres equipos locales: Seattle Seahawks (NFL), Seattle Sounders FC (MLS) y OL Reign (liga femenina de fútbol). Y aunque suene raro para un argentino acostumbrado al fútbol como pasión de multitudes, hay que decir que los hinchas de los Seahawks son realmente ruidosos. Tanto que en 2014 el estadio rompió un récord Guinness al alcanzar los 137,6 decibeles durante un partido, una cifra tan alta que llegó a registrarse como actividad sísmica. A ese fenómeno lo apodaron “Beast Quake” (Terremoto de la Bestia).
Y es que se trata de una joya de la arquitectura moderna. Su techo cubre el 70% de las tribunas y está diseñado para amplificar el sonido, lo que genera una presión constante sobre el equipo rival. Ideal para que River, acostumbrado al aliento ensordecedor de 85.000 hinchas cada fin de semana, se sienta como en casa. Además, tiene vistas increíbles del skyline de Seattle, del Puget Sound y del majestuoso Monte Rainier, que se recorta en el fondo como una postal.
En cuanto a su historia, el Lumen Field no es un recién llegado a las grandes citas: albergó partidos de la Copa América Centenario 2016, varias ediciones de la Copa Oro, y será una de las sedes del Mundial 2026. También fue escenario de recitales multitudinarios de artistas como Taylor Swift y Ed Sheeran, con más de 70.000 personas por noche. Pero este martes, el espectáculo lo dará la gente de River.
Otro dato de color es que el estadio también es sede de una colección de arte público valuada en casi dos millones de dólares, con instalaciones que se integran a su estructura. Un detalle que suma a su perfil cultural y moderno.
Para River, jugar allí es una oportunidad de demostrar, una vez más, que su identidad de juego puede trascender fronteras y escalar hacia el extremo opuesto del continente. Será salir a imponer condiciones en un lugar que vibra un fútbol muy distinto al nuestro, pero que en esta ocasión tendrá la oportunidad de albergar las ilusiones de miles de Millonarios que emprendieron su travesía hacia Seattle.
Cuando la pelota comience a rodar en el Lumen Field, el River de Marcelo Gallardo no solo será favorito y protagonista de una nueva historia internacional, sino que afrontará el partido con la obligación de dar este primer paso en el Mundial de Clubes con el pie derecho.
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