Históricas hazañas de River en La Bombonera

El Estadio Alberto J. Armando ha sido testigo de momentos cumbres en la historia de River. Lejos de ser un campo hostil para el Millonario, se ha transformado en el escenario de hazañas que cimentaron la grandeza del club, incluyendo vueltas olímpicas, triunfos históricos y eliminaciones al clásico de toda la vida.

La larga lista de proezas en La Bombonera comenzó en 1942, cuando “La Máquina” empató 2-2 tras ir perdiendo 2-0, con dos goles de Adolfo Pedernera, y el punto le alcanzó para dar la primera VUELTA OLÍMPICA en La Boca. Seis años después, en 1948, logró el primer triunfo en ese estadio con goles de Ángel Labruna y Hugo Reyes. El gusto de consagrarse con victoria llegó en 1955, cuando el 2-1 con goles de Labruna y Roberto Zárate significó la segunda VUELTA OLÍMPICA en casa ajena.

La década del 70 trajo dos festejos recordados: en 1970 igualó 1-1 con gol de Daniel Onega y eliminó al rival de toda de la vida en fase de grupos de la Copa Libertadores, y en 1977 fue un 2-1 con tantos de Daniel Passarella y Pedro Alexis González para obtener el Metropolitano días después. La máxima expresión de superioridad llegó en 1980 con la MAYOR GOLEADA en la historia de River en ese estadio: un aplastante 5-2 en el Metropolitano. El capítulo más icónico es el de 1986: con el equipo ya campeón, Norberto Alonso marcó un doblete con la mítica pelota naranja para el 2-0.

La década del 90 también tuvo sus epopeyas, con la goleada de 1994 por 3-0, gracias a los gritos de Enzo Francescoli, Ariel Ortega y Marcelo Gallardo. El inicio del nuevo milenio regaló otra victoria icónica en 2002 por 3-0, inmortalizada por el recordado sombrero de Ricardo Rojas, más los tantos de Esteban Cambiasso y Eduardo Coudet. En 2004, un gol de Fernando Cavenaghi selló el 1-0 en el Clausura, triunfo vital para la obtención del campeonato semanas después.

En 2014, con Ramón Díaz en el banco, River se impuso 2-1 con goles de Manuel Lanzini y el cabezazo agónico de Ramiro Funes Mori por el Torneo Final, marcando un precedente importante para la conquista del campeonato. El 2015 será recordado no por un resultado en cancha, sino por el episodio del gas pimienta en el entretiempo del superclásico de los octavos de la Copa Libertadores, que culminó con la descalificación de Boca.

Finalmente, la era Gallardo sumó otras dos gestas coperas: en la inolvidable final de la Libertadores 2018, el empate 2-2 en la ida fue negocio para El Más Grande que terminó consagrándose en Madrid, y en la semifinal de la Libertadores 2019, la derrota 1-0 fue suficiente para eliminar al rival gracias al 2-0 de la ida.

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